Existen diferentes pruebas que comprueban el comportamiento de un EPI frente a riesgos de incendio o llamas, pero probablemente la más realista sea la conocida como «Prueba del Maniquí».
Esta prueba se rige por las normas ISO 13506 (en Europa) y ASTM F1930 (en América).
Consiste en evaluar el comportamiento de la prenda en caso de incendio repentino, donde el resultado es el porcentaje de quemaduras (y su grado). De hecho, la prueba divide el cuerpo en diferentes regiones, cada una con un sensor que mide el calor recibido y determina el grado de quemadura (si la hay). Las áreas de cada sensor se muestran en la siguiente imagen:

Como se muestra, la prueba cubre todo el cuerpo, y el resultado puede expresarse con o sin cabeza, manos y dedos de los pies. El objetivo es obtener el menor porcentaje de quemaduras de segundo grado (naranja) y tercer grado (rojo); por lo tanto, cuanto menor sea el valor, mejor será el resultado.
Dependiendo de si la prueba se realiza según las normas ISO o ASTM, algunos parámetros cambian, como se muestra en la siguiente tabla:
| ISO 13506 | ASTM F1930 | |
| Flujo térmico | 84 ± 5 kW/m² | 84 ± 5 kW/m² |
| Tiempo | 3 – 12 s | 3 s |
| Tiempo de registro de datos | 60 s (una capa) / 120 s (más capas) | ≥ 60 s |
| Quemadores de boquilla | Mínimo 8 | 12 |
| Pretratamiento | 1 ciclo de lavado si el fabricante no especifica lo contrario | 1 lavado ciclo |
Además, la norma ASTM F1930 (regulada por la NFPA 2112) permite un máximo del 50 % de quemaduras para que una prueba se considere «válida».



