En la industria textil los procesos de laminación y rasqueta (recubierto) se llevan a cabo para obtener tejidos con acabados que aporten al tejido propiedades técnicas específicas y funcionales.
El proceso de laminación consiste es la unión de dos capas mediante la aplicación de colas o resinas a través de calor o presión. Este proceso sirve para unir diversos tejidos creando sandwich de tejidos técnicos o unir un tejido a una lámina o membrana.
La rasqueta o recubrimiento es un proceso que consiste en la aplicación de un producto en estado líquido sobre un tejido, directamente o por transferencia, a una o ambas caras.
Existen diferentes tipos de recubrimientos y laminados, que se llevan a cabo a partir distintas operaciones y técnicas, dependiendo de los materiales poliméricos empleados y la maquinaria utilizada.
Tanto el proceso de laminación como el de rasqueta se llevan acabos para obtener tejidos con propiedades técnicas específicas y funcionales como son la impermeabilidad, la resistencia a la penetración del viento, la resistencia al metal fundido y a las altas temperaturas, etc.